Algunas cosas que no tienen precio

imaginarIr a un concierto de un grupo sabiéndote todas las canciones.

Pasear por la playa en invierno y, si eres capaz, descalzarte.

Imaginar.

Disfrutar de un parque como un niño.

Encontrar cosas inesperadas en el camino.

Beber agua de una fuente.

Dormir genial.

Tomar un chupachups Fiesta.

Reírte hasta que te duela la tripa.

Ir al médico y que te diga que está todo bien.

Un buen libro, la toalla, y… ¡a la playa!

Desayunar como un marqués.

Cruzar fronteras.

Tomarse una cervecita en buena compañía.

Una siesta de agosto a la sombra de un árbol.

Despertarse con un beso.

Terminar de preparar una maleta y conseguir que cierre.

El primer día de sol después de muchos lloviendo.

Que te cuiden cuando estás enfermo.

Imaginar más.

La fiesta que te hace tu perro cuando llegas a casa.

Cosechar frutos del trabajo.

El olor del café por la mañana.

Leer en el tren.

Cualquier logro de tus hijos, por pequeño que sea.

Estar recién duchado.

Que hoy pongan tu serie favorita.

Escuchar “Hoy puede ser un gran día” y creértelo.

Ver la ría de Vigo desde el Monte Alba.

Coger a un bebé en brazos y que te regale una sonrisa.

Seguir imaginando.

Dejarte flotar a la deriva “haciendo el muerto” en la piscina.

Recibir noticias de alguien que está lejos.

Poner un punto final a un trabajo.

Haberte hecho sonreír.

 

Amara Castro Cid